24 de mayo. ¿Me entenderías?
Chicago, Fun People y una nueva escucha de The Art(e) of romance
Un par de días antes de mi vuelo a Chicago falleció Steve Albini, músico y productor punk muy prestigioso por su particular forma de llevar adelante sus grabaciones –no se consideraba un productor, aunque bueno, aquí estamos recordándolo por eso–. Albini grabó con bandas gigantes como Nirvana, Pixies o PJ Harvey y como suele ocurrir cuando fallecen estas personas, las webs se llenan de listas de discos para comprender la obra del artista. Steve Albini ha grabado algunas mierdas –entendible porque él no estaba a cargo de la obra en sí, él solo cumplía con su tarea de grabar, como un plomero, según calificaba su labor él mismo–, el tema es que esas mierdas figuraban en las listas de cada portal de música en inglés como si fueran sus mejores trabajos. Las páginas de Argentina, por supuesto, fueron las únicas que se encargaron de destacar su colaboración con Fun People en 1998, cuando grabaron en Chicago The art(e) of romance, un disco que debería figurar en un top 5 de Albini, sin dudas.
Mi viaje hacia esa ciudad donde vivió y murió Albini y donde se grabó este disco que gastamos con todos mis amigos apenas salió me abrió la puerta a una nueva perspectiva de cómo escucharlo ¿cuántas veces iba a poder hacerlo mirando las mismas calles que los músicos, tocando las paredes del edificio de puro ladrillo marrón donde rebotaron todos los acoples de guitarra?
Lo primero que comenzó a aparecer fue la relación entre Chicago y su historia con la lucha por los derechos de trabajadores y trabajadoras. Celebramos el 1 de mayo en todo el mundo por la huelga que se hizo en esa ciudad a fines del siglo XIX y los derechos obtenidos a partir de entonces –jornada laboral de ocho horas, por ejemplo, que a Argentina llegó muchos años más tarde–, sin embargo, en Estados Unidos se celebra en septiembre, y se llama Labour Day.
The art(e) of romance es un disco anarquista, si se lo analiza en profundidad, se podría decir que es un álbum conceptual, aunque los propios músicos nunca lo hayan tomado así. Pero si no es conceptual, los aires anarquistas al menos se llevan una gran porción del álbum y como Albini se llevó merecidamente toda la atención en las últimas semanas, preferí concentrarme en esa otra cara del disco.
Si hablamos de caras, la cara que aparece en la tapa es la de Kurt Wilckens, el anarquista alemán asesinado en prisión en Argentina en 1923. La tapa del álbum no lleva el nombre de la banda, ni el título. Es solo la cara de Wilckens a tres cuartos de perfil con un fondo rosa. Toda la información de la banda venía en una oblea o sticker, había un esfuerzo por concentrar la atención en ese rostro.
Una brevísima biografía de Wilckens diría que nació en Alemania, emigró a Estados Unidos donde participó de huelgas y saboteos en mineras y fábricas, fue deportado de vuelta a Alemania y desde allí cayó en la Patagonia atraído por la corriente anarquista de la década del veinte. En Buenos Aires se enfrentó a esa fantasía que Tarantino hizo realidad en Bastardos sin gloria ¿Qué harías si tuvieses al asesino de toda tu gente enfrente? La elección de Wilckens fue clara: le puso una bomba a Héctor Benigno Varela, el responsable de la muerte de 1500 trabajadores en la Patagonia.
Volvemos al disco después de esta necesaria introducción. Vamos a las canciones y cómo esta conexión va mucho más allá de la tapa.
La que menos análisis necesita es la que directamente lleva el nombre en el título, “One day, like Wilckens”.
One day to be honest
One day to be free
One day te daré lo que merecés
Like Wilckens hizo una vez.
“Sardina”, la canción con la que Nekro exploraba los recitales subido a la tabla de surf sostenida por el público, no tiene letra, pero su nombre conecta otra vez con Wilckens en sus años en Estados Unidos cuando trabajaba en una fábrica de latas de sardinas. La fábrica producía un producto caro, inaccesible para el trabajador y otro de menor calidad, más barato, para la clase obrera. Wilckens convenció a sus compañeros para invertir ese enlatado con las sardinas buenas en los contenedores baratos.
El anarquista no tiene lugar de orígen, pues desconoce pertenecer a un Estado (no confundir con la coyuntura actual, por favor), el mundo entero es su patria. Se podría decir que un anarquista es ambientalista ya que si el planeta es su patria, lo tiene que cuidar. Kurt Wilckens, solo tomaba agua y, al igual que Nekro, era vegetariano, dos tópicos que se abordan en algunas canciones (“Water”, “Diciembre”). “El Stranger” recupera esa figura de expulsado eterno, sin patria y reivindicador de derechos. Volvemos a Chicago y sus ocho horas para trabajar, ocho de ocio y ocho para dormir.
Solía ser algo triste como los hombres que
creen que vivir es trabajar, trabajar para servir.
Abandoné donde nací y pertenecía.
La sutileza de “Si pudiera (Desde Ushuaia)”, una canción epistolar narrada por alguien que está preso en Ushuaia, el lugar donde cumplieron condena gran parte de los anarquistas de la Patagonia. Es una canción de amor, no hay bajada de línea, pero el contexto es anarquista.
Ay si pudiera mi amor
encontrarte otra vez en el lugar de siempre a la hora de siempre.
Tal vez, me entenderias, lo se...
Ay si pudiera, tal vez, encontrarte otra vez
y contarte las cosas que un dia calle por el bien de ambos,¿sabes?
Si pudiera mi amor explicarte el porque
fui solo esa noche a donde ambos soliamos ir.
¿Sabes donde estoy? ¿Donde estoy ahora? Tal vez…
“El arte del romance es darlo todo en corazón y alma” dice impreso entre comillas el CD de The art(e) of romance. Nunca supe de quién era la cita, pero en esa entrega está el por qué el protagonista de “Si pudiera…” no puede decir lo que hizo, que mejor dejarlo así, lo tenía que hacer porque eso es entregarse en corazón y alma. ¿Me entenderías? Tal vez…
Al desplegar el librito de The art(e) of romance (o en la tapa, según las distintas ediciones) se lee un textual de Kurt Wilckens justificando su propia entrega hacia esa bomba, siendo toda su vida una persona no violenta: “El mañana, nuestro mañana, no afirma rencillas, ni crímenes, ni mentiras; afirma vida, amor, ciencias; trabajemos para apresurar ese día”, lo que me lleva directamente a ese tema que te hace levantar de la silla, agitar los brazos, descontrolarse un poco, “Vientos” y su frase final: “We work for a better world”.
Posdata: Si esto fuese una película, tenés que haber puesto “Vientos” de inmediato, y con ese tema de fondo recomiendo esto para seguir en estado de Romance.
El podcast de Martín Sanzano, donde Gori y Chuli cuentan el proceso de grabación. Me quedo con el fragmento donde Gori le avisa a la banda que él no hace solos, él puede hacer “momentos” y eso es exactamente en todo el disco, pero específicamente en “Vivar”, “Diciembre” y “Vientos”.
Este texto de Magalí Etchebarne sobre sus vivencias con “Si pudiera (Desde Ushuaia)” como soundtrack de su adolescencia.
Me encantó. Nunca presté atención a los puntos de contacto entre las canciones y Wilckens, simplemente creí que si imagen en la tapa representaba la rebeldía que la banda quería transmitir. Saludos.